Arreglos: Rafael Tejera
Solo: José Afonso
Por alto esté el cielo en el mundo,
por hondo que sea el mar profundo,
no habrá una barrera en el mundo
que este amor profundo
no pueda romper.
por hondo que sea el mar profundo,
no habrá una barrera en el mundo
que este amor profundo
no pueda romper.
Amor es el pan de la vida,
amor es la copa divina,
amor es un algo sin nombre
que obsesiona al hombre
por una mujer.
Yo estoy obsesionado contigo
y el mundo es testigo de mi frenesí,
por más que se oponga el destino
serás para mí.
Nacido en 1894 en Puerto Rico en el seno de una familia humilde, sin estudio musical alguno, Don Pedro Flores fue uno de los máximos exponentes del bolero y la guaracha en la historia musical del continente americano.
En 1926, en Nueva York, hace amistad con Rafael Hernández, autor de Perfume de gardenias y Capullito de alhelí, dos de las canciones que conforman este disco. Al separarse, surge en Pedro Flores la necesidad de fundar una agrupación que pudiera competir con el Trío Borinquen, creado por Hernández. Así nació el famoso Cuarteto Flores que realizó sus primeras grabaciones en 1930 y, aunque la agrupación cambió de formato a sexteto y, más tarde, se convirtió en toda una orquesta, siempre mantuvo su nombre de Cuarteto Flores.
Autor de temas tan conocidos como Perdón, Bajo un palmar, ¡Ay, que bueno!, Despedida y Obsesión -que versionamos en este trabajo- manifestaba al final de su vida: "Yo no he sido músico nunca, no toco ningún instrumento, no conozco una nota musical. Yo no soy poeta, lo que tengo es obra de Dios. No sé ni por qué he hecho todo esto. Yo creo que Dios me señaló con el dedo y me dijo: usted va a hacer canciones ahí para que la gente se divierta y ése es el destino de su vida.”