Queremos dejar constancia de nuestra gratitud a todos aquellos que comparten las ilusiones y sueños que Los Gofiones pone en cada uno de sus proyectos.
A Mario Vega y a todo el maravilloso equipo de unahoramenos, quienes hicieron posible elevar El crimen de la perra Chona a unas cotas de magnitud y calidad que nunca nadie pudo imaginar.
A todos los que han aportado su buen hacer y cariño en este trabajo discográfico en el que hemos querido dejar plasmado, en una cuidada grabación de estudio, lo mejor de banda sonora de un espectáculo irrepetible; la música que, a mitad de siglo XX trajo aire fresco a una maltrecha sociedad, enamorando a tantas generaciones.
Gracias a Alexis Ravelo y Antonio Lozano por unirse de nuevo para hacernos un regalo a cuatro manos en el prólogo de este disco, al igual que hicieron para crear aquella maravillosa historia.
A Luis Marrero, nuestro técnico de sonido, por su completa predisposición y por preparar el nuevo Regumbio Records para que estuviera a punto para la grabación.
A Carlos Más, cuyas aportaciones en nuestros discos y su total implicación hace que, después de tantos años, siga siendo el mejor chef para elevar a cinco tenedores nuestros trabajos.
A todos los amigos que han intervenido en la grabación, especialmente a Víctor M. Fernández, Fernando Cruz, Julio González, Tano Mújica, Fran Martín (Ciani) y Diego Martín, cuya colaboración desinteresada es la muestra de que la música es uno de las mejores maneras de hacer buenos amigos.
Como no, a Tamara, Lucrecia y Tinguaro, por habernos regalado su arte, haciendo crecer este disco. Todos forman ya parte de nuestra historia y de nuestro corazón.
A la valiosa colaboración del equipo de Canarias en Hora en esta producción, por ayudarnos a alcanzar nuestros retos.
Y, sobre todo, a nuestras familias, porque sin su complicidad y aliento no sería posible seguir manteniendo vivo este sueño llamado Los Gofiones.
A la valiosa colaboración del equipo de Canarias en Hora en esta producción, por ayudarnos a alcanzar nuestros retos.
Y, sobre todo, a nuestras familias, porque sin su complicidad y aliento no sería posible seguir manteniendo vivo este sueño llamado Los Gofiones.